Vivimos en la era de la desinformación, y aún así, nos creemos inmunes al conocimiento erróneo

A cada momento, todo tipo de teorías se extienden y encuentran defensores. Se difunde una «verdad», y la «verdad » contraria y cada cual elije cual creerse. Y, casi siempre, estamos convencidos de haber elegido bien.

Date cuenta de que no te gusta nada enfrentarte a la posibilidad de equivocarte o de no saber. A los seres humanos no nos gusta el desconocimiento, nos asusta que nos puedan pasar cosas malas si nos falta la información o si no somos lo suficientemente inteligentes. También nos asusta lo misterioso y lo desconocido.

Y por supuesto, también está el ego que quiere que te sientas muy inteligente. Observa como te gusta tener razón, y que los que sean los «otros» los que se equivocan. Sin darnos cuenta nos vamos aferrando a nuestro sistema de creencias, cada vez es más difícil darnos cuenta de nuestros errores. Y esto no sucede porque seamos mejores o peores, sucede, porque somos humanos…

Entre tanta mentira, es prácticamente imposible que no nos traguemos alguna enterita y sin masticar.

Creo que poner la frase anterior en primera persona del singular es impactante. Si quieres probar di mirándote al espejo «Entre tanta mentira, es prácticamente imposible que no me haya tragado alguna enterita y sin masticar».

Pero yo no soy tu madre para decirte que te equivocas, solo soy una profesora de yoga de barrio. No te voy a hablar sobre como encontrar el conocimiento correcto. Hay todo una rama de la filosofía (la epistemología o la metódica) que se centra en ello y, no es, ni mucho menos, mi especialidad.

El lugar de ello te propongo que te hagas esta pregunta:

¿Siento apego a mi sistema de creencias?

Y si la respuesta es «SÍ» (como en la mayoría de los mortales) te propongo rebajar el rechazo al hecho de desconocer con estas afirmaciones:

Estoy en paz con la vida y sus misterios

Porque acepto que la vida es misteriosa y eso está bien. Saberlo todo eliminaría la curiosidad y la posibilidad de sorprenderse

Acepto que hay interminables maneras de hacer y entender las cosas

Y está bien, estoy en paz con el hecho de que otros seres humanos vean las cosas desde su propio punto de vista y sé que esto es enriquecedor

La vida fluye, mi manera de verla también

Porque soy consciente de que mis propios patrones mentales me pueden anclar e impedirme avanzar.

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